"Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran."
André Gide (1859-1951)

viernes, 2 de marzo de 2012

El cuervo.- Edgar Allan Poe


Buenos días:

Esta semana al haber publicado la reseña de la lectura conjunta el martes, no hice mi entrada semanal de mis poetas de cabecera, y después entre pitos y flautas, ya veis he ido dándole preferencias a otras entradas. En resumen, que empiezo a darle al pico, o en este caso a teclear como una loca, y no paro jiji. Tras haber terminando el mes de febrero, y haber colgado poesías amorosas todo el mes, me complace traeros esta de Edgar Allan Poe que como podréis comprobar no es romántica. Me encanta El cuervo y espero que disfrutéis con su lectura.





EL CUERVO


 I

En una noche pavorosa, inquieto
releía un vetusto mamotreto
cuando creí escuchar
un extraño ruido, de repente
como si alguien tocase suavemente
a mi puerta: «Visita impertinente
es, dije y nada más » .


II

¡Ah! me acuerdo muy bien; era en invierno
e impaciente medía el tiempo eterno
cansado de buscar
en los libros la calma bienhechora
al dolor de mi muerta Leonora
que habita con los ángeles ahora
¡para siempre jamás!

III

Sentí el sedeño y crujidor y elástico
rozar de las cortinas, un fantástico
terror, como jamás
sentido había y quise aquel ruido
explicando, mi espíritu oprimido
calmar por fin: «Un viajero perdido
es, dije y nada más ».


IV

Ya sintiendo más calma: «Caballero
exclamé, o dama, suplicaros quiero
os sirváis excusar
mas mi atención no estaba bien despierta
y fue vuestra llamada tan incierta...»
Abrí entonces de par en par la puerta:
tinieblas nada más.

V

Miro al espacio, exploro la tiniebla
y siento entonces que mi mente puebla
turba de ideas cual
ningún otro mortal las tuvo antes
y escucho con oídos anhelantes
«Leonora » unas voces susurrantes
murmurar nada más.


VI

Vuelvo a mi estancia con pavor secreto
y a escuchar torno pálido e inquieto
más fuerte golpear;
«algo, me digo, toca en mi ventana,
comprender quiero la señal arcana
y calmar esta angustia sobrehumana »:
¡el viento y nada más!


VII

Y la ventana abrí: revolcando
vi entonces un cuervo venerando
como ave de otra edad;
sin mayor ceremonia entró en mis salas
con gesto señorial y negras alas
y sobre un busto, en el dintel, de Palas
posóse y nada más.


VIII

Miro al pájaro negro, sonriente
ante su grave y serio continente
y le comienzo a hablar,
no sin un dejo de intención irónica:
«Oh cuervo, oh venerable ave anacrónica,
¿cuál es tu nombre en la región plutónica? »
Dijo el cuervo: «Jamás ».


IX

En este caso al par grotesco y raro
maravilléme al escuchar tan claro
tal nombre pronunciar
y debo confesar que sentí susto
pues ante nadie, creo, tuvo el gusto
de un cuervo ver, posado sobre un busto
con tal nombre: «Jamás ».


X

Cual si hubiese vertido en ese acento
el alma, calló el ave y ni un momento
las plumas movió ya,
«otros de mí han huido y se me alcanza
que él partirá mañana sin tardanza
como me ha abandonado la esperanza »;
dijo el cuervo: «¡Jamás! »


XI

Una respuesta al escuchar tan neta
me dije, no sin inquietud secreta,
«Es esto nada más.
Cuanto aprendió de un amo infortunado,
a quien tenaz ha perseguido el hado
y por solo estribillo ha conservado
¡ese jamás, jamás! »


XII

Rodé mi asiento hasta quedar enfrente
de la puerta, del busto y del vidente
cuervo y entonces ya
reclinado en la blanda sedería
en ensueños fantásticos me hundía,
pensando siempre que decir querría
aquel jamás, jamás.


XIII

Largo tiempo quedéme así en reposo
aquel extraño pájaro ominoso
mirando sin cesar,
ocupaba el diván de terciopelo
do juntos nos sentamos y en mi duelo
pensaba que Ella, nunca en este suelo
lo ocuparía más.


XIV

Entonces parecióme el aire denso
con el aroma de quemado incienso
de un invisible altar;
y escucho voces repetir fervientes:
«Olvida a Leonor, bebe el nepenthes
bebe el olvido en sus letales fuentes »;
dijo el cuervo:  «¡Jamás! »


XV

«Profeta, dije, augur de otras edades
que arrojaron las negras tempestades
aquí para mi mal,
huésped de esta morada de tristura,
dí, fosco engendro de la noche oscura,
si un bálsamo habrá al fin a mi amargura »:
dijo el cuervo:  «¡Jamás! »


XVI

«Profeta, dije, o diablo, infausto cuervo
por Dios, por mí, por mi dolor acerbo,
por tu poder fatal
dime si alguna vez a Leonora
volveré a ver en la eternal aurora
donde feliz con los querubes mora »;
dijo el cuervo:  «¡Jamás! »


XVII

«Sea tal palabra la postrera
retorna a la plutónica rivera,»
grité:  «¡No vuelvas más,
no dejes ni una huella, ni una pluma
y mi espíritu envuelto en densa bruma
libra por fin el peso que le abruma! »
dijo el cuervo:  «¡Jamás! »


XVIII

Y el cuervo inmóvil, fúnebre y adusto
sigue siempre de Palas sobre el busto
y bajo mi fanal,
proyecta mancha lúgubre en la alfombra
y su mirada de demonio asombra...
¡Ay! ¿Mi alma enlutada de su sombra
se librará? ¡Jamás!


Versión de Carlos Arturo Torres


EDGAR ALLAN POE




AUTOR





Poeta, novelista y ensayista  norteamericano nacido en Boston en 1809.


Huérfano desde pequeño, fue adoptado por un rico comerciante de quien heredó el apellido Allan. Durante cinco años vivió con sus padres en Inglaterra donde fue internado en un colegio privado. A partir de 1820, de regreso a Estados Unidos, su carácter melancólico y rebelde, sumado a la afición por el alcohol, se convirtieron en un obstáculo para que sus padres adoptivos  pudieran facilitarle el complemento a la educación que deseaban para él.



En 1831, ante la ruptura total con sus padres, se trasladó definitivamente a Baltimore donde publicó "Poemas", seguido de su primer triunfo como escritor,  "Manuscrito encontrado en una botella".



Entre sus poemas más famosos figuran  "Leonore" en 1831,"El cuervo" en 1845,  "Annabel Lee" en 1849 y "Las campanas" en 1849. Su mayor producción literaria está contenida en numerosos cuentos y novelas de corte policíaco que lo llevaron a la fama.



Falleció en Baltimore en octubre de 1849.

(Información extraída página web www.amediavoz.com)




Sin más me despido por hoy, y hasta el domingo por la noche, ya que este fin de semana se celebra el Bayona (cerca de donde vivo) la fiesta de la Arribada, conmemoración de la llegada de Colón de América. Las calles se llenan de gente vestida de medievales, se hacen exposiciones de armas de tortura (alucináis si veis algunas , se montan puestos con comida por las calles, y demás. Y yo, como todos los años, desde que estaba en el colegio, voy a pasarme el fin de semana paseando por allí, así que no creo que os traiga noticias hasta el domingo. De todas formas si saco alguna foto el domingo os la cuelgo para que les echéis un vistazo ¿ok?


Muchos besos y feliz fin de semana a todos!!

6 comentarios:

  1. ¡Me ha encantado recordar este poema! Hace años que no leo nada de Poe. ¡Gracias!
    Y pasátelo muy bien este finde!!! Una pena que sea tan lejos, que si no, allá iba... Tiene que ser fantástico.
    Besotes!!!

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  2. Me alegro de que te haya gustado!! Gracias por lo del finde. Aunque al final creo que vuelvo esta noche con una sorpresilla, así que atenta. Besos!!

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  3. Este poema es genial, aunque de Poe casi me gusta más Anabel Lee. Ambos son geniales, me vuelven loca. ¡Gracias por compartirlo!

    Besines :P

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  4. ¡Buen fin de semana! No creo que haya leído nada de este poeta anteriormente, pero me gustan estas secciones :) Gracias por compartirlo.

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  5. Lady Boheme: Gracias por la sugerencia, y por pasarte!! Besos.

    Offuscatio: Gracias!! y me alegro de que te guste esta sección. De momento no está teniendo mucho éxito, pero de momento seguiré porque a mi la verdad es que me gusta mucho. Besiños

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  6. Es buenisimo, al año pasado me hice con sus cuentos ilustrados y son una pasada!!! Un beso!

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